Alianza Producción

Foto Mario Valencia

Propuestas presidenciales sobre el trabajo

Mario Alejandro Valencia

El próximo gobierno deberá ocuparse del reto económico y social de estimular la ocupación laboral. Las cifras recientes del PIB prueban que la creación de empleo no es inercial al crecimiento. Además, estamos en un escenario en que –al parecer- los trabajos tradicionales de oficina, con horario y sentados 8 horas al día serán cada vez menos apetecidos. La economía del siglo XXI es diferente y las normas y medidas también deberán serlo.

El próximo gobierno debe tener capacidad de maniobra para negociar un proceso de transición productiva y normativa para el mundo del trabajo. Presento algunas ideas:

1) Productiva: la concepción de defensa del consumidor, pero sin productores, derivó en una economía deficitaria en lo externo y precaria en lo interno. Está probado que con materias primas no se alcanza a pagar el consumo de mercancías, y con tan pocas empresas transformadoras proliferan los trabajos de mala calidad y bajos ingresos. La transición productiva (también como la energética), nos obliga a pensar de nuevo en la importancia de producir, en pequeña, mediana y gran escala. La crisis en las cadenas globales de suministro está presionando hacia una relocalización de empresas, que debe ser aprovechada por el país. Los problemas que enfrentamos con fertilizantes, trigo, vacunas, chips, vehículos y otros productos estratégicos, deberían ser suficientes argumentos para diseñar e implementar una reindustrialización 2.0.

Por su naturaleza, en el campo y la ciudad las actividades que implican transformación industrial obligan a generar ocupaciones más capacitadas, por ende más estables y mejor remuneradas que la simple reventa comercial.

2) Normativa: la realidad muestra que cada vez más personas, especialmente profesionales, tienen una menor disposición a ocupar trabajos con dedicación exclusiva, con horarios rígidos y, mucho menos, a quedarse en una misma empresa durante toda su vida. La legislación debe reconocer este tránsito hacia nuevas formas de trabajo, sin reducir derechos alcanzados por el mundo del trabajo. La creación de un Sistema Nacional del Cuidado y un Sistema de Seguridad Social Universal, son estrategias sensatas en esta dirección.

En un análisis que elaboré para la Escuela Nacional Sindical, encontré que los únicos dos candidatos que han incluido algunas de estas tareas en sus programas de gobierno son Sergio Fajardo y Gustavo Petro. Fajardo propone un cambio productivo con alto contenido tecnológico, la creación de un ministerio de la Mujer y un sistema pensional por pilares. Petro propone desligarse del modelo extractivista y mono agropexportador, un pacto con las economías populares y un sistema pensional por pilares. Gutiérrez no propone nada distinto al discurso conocido de la formalización, la reducción de costos no salariales, subsidios a adultos mayores y “mantener y fortalecer políticas públicas actuales que están bien encaminadas”. Y Hernández, pues solo habla de corrupción y para el empleo propone emprendimiento. También propone que Colpensiones pueda hacerle competencia a las AFP.

Analizar con rigurosidad y escoger con sensatez, definirá el tipo de reformas que deberán implementarse pensando, en serio, en más y mejores trabajos, con más y mejores empresas, con más y mejor producción.

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